Tras el gran tsunami producido por un terremoto de 8,9 vemos el desastre en las calles de la prefactura de Miyagi. Ya está el ejército en las calles ayudando a todo, patrullas de ciudadanos, equipos de rescate... Los supervivientes esperan a su rescate. Lo más sorprendente es que no se han constatado robos, saqueos ni ningún tipo de de bandalismo cómo podía esperarse en otros países, todo lo contrario. Todos los ciudadanos esperan respetuosamente su turno para entrar a comprar alimentos. Japón se encuentra en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. A esto le sumamos las múltiples explosiones que están ocurriendo en la central nuclear de Fukushima.
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