La cara que pone Merkel nada más derramársele la cerveza encima es de "te mato! juro que te mato!" pero al alzar la vista y ver los móviles y cámaras el rostro le cambió totalmente con una sonrisa y aguantando la situación correctamente.
Del camarero qué podemos decir... él insiste en que le empujaron pero si vemos el vídeo en ningúno momento nadie le empujó, es más, cómo sujetaba la bandeja era totalmente errónea pudiendo provocar lo que se ha provocado, un baño de cerveza al estilo alemán.
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